09 junio 2006

Fútbol en estado puro

estoy viendo el partido inaugural del mundial y en los primeros 20 minutos de juego ya llevamos tres goles (Alemania 2-Costa Rica 1). Es una gran noticia, ¡goles!. A ver si hay suerte y vemos al menos tres más.

Estoy disfrutando muchísimo con el partido. Hacía cuatro años que no experimentaba la sensación de que me dé igual en qué portería entren los goles. Simplemente me encanta quiero que marquen, sin favoritismos. Esto sólo me pasa en Mundial y Eurocopa (menos en la anterior que fue tan mala que no quería que ganase nadie) y sobre todo en la primera fase, donde puedo ver equipos de países exóticos cuyos jugadores ni siquiera conozco. Equipos valientes, con más delantera y corazón que defensa y cabeza. No especulan, no hacen "faltas tácticas", sólo corren hacia el gol. Es un fútbol tan alegre e inocente que suele contagiar a sus rivales europeos y sudamericanos y por un día las estrellas disfrutan JUGANDO.

Para el público es formidable ver a tíos que pasan el año rascándose ... en las ligas europeas y que aquí se mueren por el escudo. Del mundial nadie se va sonriendo cuando le eliminan. Nadie se relaja ni en el banquillo. Los mercenarios se convierte en héroes porque en el campeonato del mundo detrás de cada camiseta hay un escudo y una bandera, hay un país entero y los jugadores los saben.

Así disfrutamos los españoles las primeras rondas, descubriendo jugadores nuevos, tomando partido por equipos desconocidos en los que España no se juega nada. Luego, en la parte media del campeonato, viene la emoción por saber hasta dónde llegará la Selección. Más tarde, los lloros ... Y tan sólo unos días más tarde los amantes del fútbol ya estamos de nuevo frente a la tele, animando a nuestro favorito de entre los supervivientes del cuadro. Es el mundial y es cada cuatro años. Hoy empieza. ¡Viva!

1 comentario:

  1. es que no hablo de los españoles. Esos ni en la Selección. Mira el careto de los italianos, los ingleses o de los franceses. No digo nada de los africanos o de los sudamericanos. ¡Esos muerden!

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