16 junio 2010

Una sonrisa por favor


Caminando por la vida te vas encontrando con gente de todo pelaje. Lustrosos, desastrados, dignos, humillados, prepotentes o humildes. Con todo, ninguno de esos adjetivos me dice nada sobre lo que me importa de una persona. Lo que realmente aprecio es encontrar gente que me haga la vida sencilla y me ayude a disfrutar cada día. Gente de esa que hace que la vida sea más agradable. Gente solidaria, gente amable. Los que forman este grupo son a veces personalidades muy trabajadas, gente abnegada que vive para los otros. Otras veces, son personalidades innatas, a quienes el azar dio la más preciada de las virtudes: la capacidad de hacer feliz al resto sin tan siquiera pretenderlo.

7 comentarios:

  1. y lo tuyo es innato o te lo has currado??

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  2. yo soy de los prepotentes, ya sabes que me lo tengo muy creído :))

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  3. Persona como las que describes son las que hacen el mundo más habitable. Hay un poema de Hamlet Lima Quintana muy bonito, sobre este tema. Se llama "Gente". Si no lo conoces y te apetece conocerlo, dímelo y te lo mando. Mi e-mail
    ibarchico@hotmail.com

    Saludos cordiales.

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  4. Sí, no hay nada mejor que reir, sobre todo en compañía.

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  5. ¡Si al menos nos conformáramos con practicar con los nuestros!

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  6. Es difícil encontrar a esas personas, pero cuando las encuentras no hay que soltarlas.

    Es abismal la diferencia entre vivir rodeado entre personas optimistas, alegres y positivas, y entre hacerlo con gente negativa y gruñona para todo. Las actitudes también se contagian.

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  7. me ha gustado mucho el poema Isabel:

    Hay gente que con solo abrir la boca
    Llega a todos los límites del alma,
    Alimenta una flor, inventa sueños

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