23 marzo 2006

El patrimonio ... ¿de la Iglesia?

Desde hace más de 900 años esta preciosa iglesia ve amanecer cada día sobre los Montes Carpetanos. Su torre ha contemplado como a su alrededor se elevaban y caían cabañas, chozas, casas y establos donde vivía y trabajaba la gente humilde, la misma gente con cuyos diezmos probablemente fue construida.


La estructura social de la época hizo que los más pobres construyeran con parte de su trabajo diario sólidos edificios para glorificar a Dios pero desde luego no fue una contribución libre. Las cosas eran así: un 10% de la producción había de ser entregada a la Iglesia, otro tanto al noble de turno.
Siglos después, los edificios de la Iglesia y de la nobleza siguen en pie, pero de las cabañas no queda rastro. Sabemos de las hazañas de los nobles y podemos ver retratos de orondos obispos y arciprestes, pero ni siquiera sabemos de qué vivían nuestros antepasados.

Así que cuando hoy mis amigas de Sotosalbos me mandan la noticia de que nuestra comunidad autónoma gastará 200.000€ en obras para reparar la iglesia de San Miguel, me ha parecido bien, ¿por qué no?. Su belleza es indudable y su valor histórico inmenso por lo que nuestro deber es conservarla para futuras generaciones. ¿Algo más que añadir? Sí, de nuevo somos los ciudadanos los que tenemos que pagar la obra pero ... ¿quién sigue siendo el dueño del edificio?


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