07 noviembre 2006

Pueblos abandonados

estoy pasando al PC las fotografías (107 nada menos) que hemos hecho estos días de vacaciones. Casi todas alegres, divertidas o simplemente bonitas, retratan a la perfección el fantástico viaje que nos ha procurado la tierra aragonesa. No obstante, ya haré otro post con los paisajes. Merecen la pena.

Hoy quiero contaros algo sobre la desazón que me produjo bordear el Embalse de Yesa y descubrir dos pueblos preciosos, pero del todo abandonados.

Esco y Tiermas debieron ser lugares prósperos antaño, sus soberbios edificios así lo atestiguan. Pero ya no queda nadie allí para relatarnos sus glorias pasadas. Sólo hay ruinas y no dan cobijo más que a animales, fantasmas y leyendas. E incluso lo dudo, pues la noche en el peñón de Tiermas no ha de ser agradable siquiera para las ánimas. Su espléndido castillo ahora sólo da sombra a los matojos y protección a los cuervos.

¡Qué triste es ver morir los pueblos! A veces voy en Invierno a una pequeña aldea de Guadalajara en la que nació mi padre. No sé por qué pero siempre paseo entre sus casas vacías cuando oscurece. Me dan escalofríos pues me falta el calor de las personas a esa hora en la que otrora estarían regresando a casa, a juntarse las familias junto a la lumbre baja. Esa aldea en Verano bulle pero en Invierno lo único cálido es el recuerdo de los que vivieron allí y ya no están con nosotros.

8 comentarios:

  1. Algo triste es, pero también es algo hasta cierto punto mágico. Todo nace y muere y parece que nos olvidamos de ello, pero no se han olvidado los vivos de las almas que habitaron esos muros, por lo pronto hoy te has acordado tú de ellas. Y seguro que se regocijan felices en el Más Allá

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  2. Mi querido zorro, por romantico que resulte, la utilidad de las cosas tiene fecha de caducidad. Sin ventaja competitiva sostenible, recursos naturales que explotar o colectivo intelectual arrollador; esos lugares han de dejar paso a nuevas generaciones.

    Es una ley de vida, adaptate, compite, en otro caso deja sitio.

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  3. ¿deja sitio? joder macho, no vuelvas a ver la Ice Age o algo relacionado con Darwin.

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  4. ¿Pero por qué buscar las razones por las que los pueblos que han sido abandonados? ¿Por qué no miramos porque los pueblos de ahora lo están siendo? ¿Ejemplo? Castil del Moure -Pueblo de mis abuelos maternos-

    Ahora son 7 personas (hace 40 años eran más de 50). 3 de ellos de más de 80 años y 4 de más de 50... pero todos con uno objetivo común. Que sus hijos y nietos no las pasen tan putas.

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  5. ¿animales y fantasmas en pueblos abandanodos? Creo que hay muchísimos más animales y fantasmas en las grandes urbes y lamentablemente pasan por nuestro lado como si nada.

    El consuelo es que el día que nos tiremos al monte con el fusil nos será fácil encontrar casa.

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  6. la gran ciudad fomenta el anonimato, y éste saca los instintos más bajos de la gente. Cuando la vida se desarrollaba en pueblos, todo el mundo conocía a todo el mundo y, si bien había odios y rencores, el sentimiento de pertenencia a la comunidad hacía la vida más solidaria. Hoy sólo vamos al pueblo los fines de semana y atisbamos, de lejos, esa sensación de pertenencia. Por eso los amigos del pueblo son tan entrañables.

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  7. Como dice una canción: "Pueblo mío que estás en la colina, tendido como un viejo que se muere, la pena, el abandono, son tu dulce compañía. Pueblo mío te dejo sin alegría"

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  8. qué triste canción, pero que cierta.

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