extraña memoria
y extraña la selección de recuerdos que guarda. Parece producto del azar cómo conseguimos recordar un rostro que no hemos visto desde hace una barbaridad de años y, sin embargo, a veces no conseguimos evocar el de quien nos presentaron ayer mismo. Sucede algo similar con el argumento de una película o relato. Somos capaces de recordar frases enteras aparentemente sin importancia, pero olvidamos párrafos que tuvimos que repasar un montón de veces.
Hace un rato, comentaba en el blog de Princess Valium acerca de la recreación televisiva de "La Plaza del Diamante", de Mercè Rodoreda. Creo que la produjo TVE hace unos veinte o veinticinco años. Era una historia triste, íntima, pero cotidiana, de una muchacha del barcelonés barrio de Gracia. La protagonista era Paloma, encarnada por Silvia Munt. Paloma era la dueña de una vida con más penas que alegrías. Sus ojos, casi siempre melancólicos, nos enseñaron cómo vivieron los jóvenes barceloneses la breve República, el intenso horror durante la guerra, y la resignada vida adulta de la postguerra. También nos enseñaron el cielo de Barcelona, desde la azotea donde Columeta tenía su palomar. Y por supuesto, la vida al ras del suelo en un barrio obrero de una gran ciudad, no más que una pequeña aldea entre edificios.
Viene a colación la pobre Paloma porque, habiendo visto solamente una vez la serie y sin haber leído nunca el libro, me acuerdo perfectamente de aquella Plaza del Diamante, de Columeta y de algunos de los personajes que compartieron su vida, incluso tengo la imagen de los trajes que llevaba. Qué cosas. Siempre pienso que sería más listo si consiguiera liberar mi memoria de tantos archivos dispersos, pero desde luego, también sabría menos cosas, pues qué es el saber sino poder evocar las imágenes escondidas en alguno de esos armarios grises que palpitan ahí dentro.
Hay una memoria emocional que funciona mejor que la racional; creo que es porque el cerebro se activa de forma diferente; casi seguro que aquella historia te pilló en un momento en el que tenía más sentido para ti que la mayoría de las cosas que te pudieron suceder por entonces...
ResponderEliminar¿De qué, si no, puedo traer yo a mi memoria historias que sucedieron hace miles de años, y no puedo recordar dónde puñetas he dejado las gafas hace una hora?
Zorro!. Tienes toda la razón!. Por nada del mundo borraría de mi base de datos tantos y tantos goles y anecdotas chorra que de ser formateadas me impulsarían de cabeza al premio Nobel...
ResponderEliminarUfff, La Plaza del Diamante, año 1982, han pasado casi 26 años y parece que fue ayer......
ResponderEliminarAmig@s la vida se escapa como si fuera agua entre las manos,es algo que me viene a la memoria cada dos por tres y sinceramente a mi si me acojona y me atormenta, espero que el tiempo me auyente los miedos o que me coman la olla unos monjes tibetanos para que tenga mas fe en el mas allá que en el mas acá,o que se yo. De todas maneras le doy la razón al hermano Zorro, hay momentos y situaciones que se quedan marcados a fuego aunque no nos empeñemos y en cambio otros que queremos conservar se quedan huérfanos, que curioso funcionamiento el de nuestras cabezas no?.
La Madre que Me Parió, yo no me acuerdo de esa serie o película, me acuerdo de Tristeza de Amor y por tanto o soy un vejete y tengo demencia senil (que no diría yo que no), o hace tantos años que lo único que me importaba era la juerga y tenía tiempo para ver la tele.Y Tigre tú lo que HAS BORRADO es la agenda de los amigos y no te vamos a dar el Nóbel sino una palicilla encargada a unos Albano-Kosobares, que dicen que saben donde tienen que dar para que duela.
ResponderEliminarlos que ya hemos pasado cierta edad, claro que nos acordamos de esa serie. creo recordar que la echaban los viernes después del 1, 2, 3,.... Recuerdo cuando Columeta iba a la droguería a comprar cuarto de lejía para suicidarse ella y los hijos... todo un dramón (va en serio lo de la lejía)
ResponderEliminarEn la Plaça del Diamanant hay un bonito bar en el que apetec ver pasar la tarde.
ResponderEliminarYo ya sabes.... siempre hablando de bares.
AYYYYYYYYYY, que no la vi... recuerdo algo de oidas, pero no la vi, y ahora supongo me quedaré con las gnas....
ResponderEliminarRespecto a la memoria es una traicionera selectiva hija de puta... te lo digo yo.. que quiero recordar cosas importantes, y no vienen, y luego todo el día taladrándome otras cosas que no las quiero ahí arriba... una putada, ya te digo¡
FELIZ AÑO NUEVO, que hacía tiempo que no te veía.... siempre corriendo todos...
Un besazo¡
Me encantó esa serie, yo era una niña y me fascinaba la historia de Columeta...Silvia Munt, languida y grande a la vez...La plaza del diamante, el sólo título me lleva al pasado...Me impresionó mucho la escena cuando caen las bombas y ella con sus hijos se queda en la cama con ellos, sin ir al refugio...
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