“En el día a día de las organizaciones, el trabajo se organiza a través de procesos. Se supone que un proceso de trabajo es la manera óptima de ordenar las tareas de distintos departamentos, con el fin de conseguir un resultado de máxima calidad empleando el menor tiempo posible.
Lamentablemente, los procesos tienen lagunas y tienen que ser continuamente revisados para no provocar ineficiencia. Para esto está el buen hacer del trabajador, que con buena voluntad y un esfuerzo suplementario suple un problema temporalmente no resuelto por el proceso estándar.
Problema: cuando el trabajador y sus jefes se aprovechan de una laguna a la que culpan de su propia incompetencia. La inteligencia humana al servicio de la desidia y la vagancia es la peor de las lacras de la cadena productiva”.
Vulpes Vulpes Segovianus
Anno V ¾
Sí, eso pasa mucho desgraciadamente. Decir que la culpa de que hagamos las cosas mal es de los fallos del procedimiento establecido.
ResponderEliminarDonde yo trabajo pasa algo parecido. Desde hace dos años y pico está en vigor una Ley que regula una parte importante de nuestra actividad. Pues bien, nosotros no hacemos más que quejarnos de que los retrasos, los errores y las ineficiencias que tenemos son por culpa de esta ley, que no es clara, no explica bien cómo se hacen las cosas e introduce muchos trámites farragosos.
Lo ideal sería que hiciéramos una propuesta para que la Ley fuera modificada en los puntos más problemáticos, aportando una justificación y sugiriendo una redacción alternativa de varios artículos.
Pero no. Es más cómodo aprovechar la confusión que ha provocado la entrada en vogor de esta norma para no hacer las cosas bien y rápido. A río revuelto, ganancia de pescadores, pero los pescadores no hacen nada por serenar las aguas...
no sé, Sr.Neri si habla de la función pública. Si es así, ustedes aún lo tienen más complicado. En la empresa privada los trabajadores tienen gran autonomía para modificar procesos. Sólo hay que plantearlo y obtener el consentimiento de un directivo. En la pública, hasta el proceso para cambiar el proceso es farragoso y lento. A veces, cuando me quejo de la Administración, pienso cuánto culpa tendrán los trabajadores y cuánta los reglamentos caducos.
ResponderEliminarZorro, el procedimiento en la Administración es una garantía de transparencia y de rigor. Por ejemplo, si las cosas "tardan tanto" es porque hay plazos para recurrir o alegar, audiencias públicas, propuestas, informes técnicos previos, etc.
ResponderEliminarEsto al menos es así en teoría, ya que en la práctica los funcionarios se han acostumbrado mucho a pensar cuadriculadamente y a dar pasos a veces innecesarios con la excusa del procedimiento.
Cuando se quiere que las cosas se agilicen en la Administración, se agilizan. Yo por ejemplo he visto cómo la tramitación de un decreto ha durado un año entero y otro similar con idéntica tramitación, 3 semanas.
Zorro,
ResponderEliminary lo peor, que en muchísimos casos los procesos definidos ni de lejos son la manera más óptima para la máxima calidad, mas bien se trata del proceso en el que quien lo ha hecho cobra más pasta (si es externo) o se complica menos su vida (si es interno)
Lo vemos mucho, sí. La condición humana parece exigir echar la culpa a los demás de nuestras propias faltas.
ResponderEliminarSalud!
Tú eres Zorro rojo segoviano, pero existe mucho canis canis,vulgaris y administratori.
ResponderEliminarYáñez.