08 octubre 2011

una entrada sobre el mundo espiritual

Ayer tuve una interesante conversación con tres personas, todos creyentes y dos de ellos además miembros de la iglesia católica. La conversación, inicialmente pacífica, fue derivando en una lucha de posiciones, a lo largo de la cual entramos en temas en los que sospecho que ninguno éramos eruditos.

Pasa a veces que tratando de argumentar y explicar nuestra idea nos metemos en jardines desconocidos, y dado que la teología es una materia tremendamente vasta y difícil de abarcar, frecuentemente el interpelado echa mano de certezas históricas (Sábana Santa), conceptos morales (matrimonio, procreación ....), e incluso físicos ("alguien ha debido crear la materia ...") ... y menos mal que ya nadie se atreve con discusiones tipo si Dios es uno o trino.

Como no había manera de aclararnos, les propuse olvidarse de debates teológicos y hablar sobre Jesús. Desde fuera de la Iglesia, el Nuevo Testamento parece fácil de aprehender, pero tanto dogma y norma añadida a posteriori convierten al Catolicismo en una religión muy compleja. El cristiano no católico dijo que eso explica que surjan millones de nuevos cristianos que ven en el mensaje de Jesús como un referente, pero que sienten a Roma como un viejo gruñón y mandón, que no nos deja vivir "una religión a la carta".

- "Entonces ¿se puede ser religioso y plantearse conflictos morales o sociales?", pregunté. Los dos católicos dijeron que no, defendiendo el "prietas las filas" y argumentando que los pastores de la Iglesia son personas iluminadas por Dios y los creyentes no tienen más que seguir el consejo de éstos. El tercer cristiano discrepaba enormemente:
   - "¿Qué clase de libertad es esa?"
   - "no cuestiono tu libertad, pero pensar que puedes llegar a Dios sin el consejo de las personas que dedican su vida a la oración es pecar de soberbia".

La conversación dio lugar incluso a sutilezas geográficas: ante la crítica a la pompa de los obispos occidentales, uno de los conversadores dijo: "es que el mensaje de un obispo aquí no puede ser el mismo que el de un obispo en África", me pareció un comentario interesante sobre el que todavía estoy pensando pues da lugar a múltiples lecturas.

En fin, que pasada una hora y media nos emplazamos a otro debate futuro, para el que supongo cada uno traerá una batería de datos, argumentos, estadísticas ... . Seguiremos informando.


3 comentarios:

  1. Sus compañeros de debate no salieron del cliché barato.

    Una cosa es la Religión Católica, que tiene sus preceptos, sus reglas y sus dogmas, que son lentejas, si quieres las coges y si no las dejas, que no pasa nada porque ser católico no es obligatorio.

    Y otra cosa es la cultura y la moral occidental cristianas, y la admiración mayor o menor que algunas personas puedan tener hacia la figura y el mensaje históricos de Jesús de Nazaret.

    Son aspectos que no tienen nada que ver.

    El que admire a Jesucristo y le parezca bien la moral general cristiana, es estupendo que la asuma como propia y trate de vivir conforme a ella. Pero que no se líe ni nos líe con la Religión Católica, que es absurdo decir que eres de esa Religión y estar en contra de sus mandatos y de sus encíclicas, más cuando una de las notas más diferenciales de esta Religión es la idea de que la Iglesia es una comunidad JERARQUIZADA de creyentes.

    Si no crees en la jerarquía y piensas que puedes pensar e interpretar lo que te salga de los huevos en materia religiosa, me parece muy bien, pero es estúpido que sigas diciendo que eres católico. Vete con los protestantes, que ven la Iglesia como una asamblea y deja de dar el coñazo.

    Además tiene mucha gracia porque está científicamente demostrado que el 95% de los que protestan porque la Iglesia Católica está desfasada, es impositiva, etc, no dirían ni pío si el Papa no condenara lo de follar fuera del matrimonio y lo de los anticonceptivos. Y si no, hagan el experimento sociológico: cuando alguien critique a la Iglesia (sobre todo si se considera cristiano), a ver cuánto tarda en hablar del tema del follerío. Es matemático.

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  2. Y por cierto: es verdad que el mensaje de un Obispo de Madrid no puede ser el mismo que el de una comunidad pobre de El Salvador o de un pueblo africano, pero tampoco eso quiere decir que el Obispo del país pobre tenga que apoyar explícitamente a ciertos partidos políticos o movimientos guerrilleros para cambiar el estado de cosas, como tantas veces ha sucedido con los teólogos de la liberación.

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  3. como le digo, Sr. Neri, refiriéndome a su segundo comentario, todavía ando dando vueltas a eso de "los mensajes adaptados al medio" que utiliza la Iglesia Católica para llegar a corazones separados por miles de kilómetros de distancia y de diferencia socio-cultural.

    Es Marketing. Quizá necesario crean en Roma, pero desvirtúa la imagen de Jesús. Se lo digo yo, que no soy religioso pero sí admirador del sacrificio de un pastor por sus semejantes.

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