19 diciembre 2012

Cosas de los liberales


Hay una serie de derechos adquiridos que aquí, en la vieja España, consideramos sagrados. Véase, la Sanidad, la Seguridad ciudadana y las Pensiones. Maslow tendría algo que decir. El amor, el cante y el baile ya nos lo procuramos solos. Incluso para la educación hemos entendido que el estado no pinta mucho y dejamos que cada padre elija lo que me jor le convenga para su hijo. Si lo paga el estado, aún mejor, pero no es fundamental.

He oído muchas ideas sobre el papel del estado en la garantía de estos derechos. Las mías son las siguientes: respeto a la empresa privada, y confío a ella la prosperidad de un negocio, mas considero que si bien el estado es un pésimo empresario (gestión del beneficio), es el garante de derechos menos malo.

Y discutiendo con el tema nos encontramos con que el actual gobierno de Madrid (elegido por mayoría absoluta) dice que la Sanidad que gestiona desde hace casi diez años no funciona. ¿Por qué? Es una incógnita, pues no lo explica. ¿Por qué no devuelve esa competencia al estado si es incapaz de gestionarla? Sería una opción, pero no está de moda en este estado “de las autonomías”.

El caso es que nuestro gobierno ha optado por otra vía. Ya que yo no soy capaz de gestionar con eficacia este derecho (llamémoslo “servicio” para desdramatizar), lo voy a subcontratar. NO lo vendo, eh, como se hizo con Telefonica, las eléctricas, Repsol … etc … NO, lo subcontrato, o sea que busco una empresa privada que sepa hacer mejor el trabajo y le pago por ello.

-¿Y cuánto me vas a pagar? Pregunta la empresa
-Exactamente lo que me cuesta a mí a día de hoy.
-¿Entonces, qué gano? (¿y tú que ganas? – diría también yo, aunque eso al empresario no le importa)
-El ahorro de costes que consigas gracias a tu mejor gestión
-Uhmmmmmm … lo pensaré

Entonces la empresa privada se pone a cavilar y dada su experiencia, se da cuenta de que el ratio de absentismo del hospital público es más alto que en uno privado, que su gestión de compras es nefasta, que el reparto de turnos es ineficiente, que el personal podría currar más horas por el mismo sueldo … también valora que parte del personal es funcionario cuyas condiciones laborales son intocables;  y que alguno de los hospitales están bastante viejunos y los gastos de mantenimiento serían altos.

-Oye gobierno …
-¿qué?, ¿aceptas?
-me interesa, pero sólo los hospitales nuevos, no los viejunos. Tampoco quiero cargar con los médicos y enfermeras funcionarios, ni con las unidades de investigación donde se trata a los enfermos “raros”.
-hostia, qué morro.
-es que si no, mis costes son muy altos
-ya, qué jodío. Y qué más quieres, que te dé sólo los pacientes potenciales de 20 a 40 años que además tengan seguro privado, ¿no? de eso nada.
-entonces es que no me interesa pues en cuanto mejore el tema de las compras y resuelva algunas ineficiencias más, dejaré de ganar pasta. Es más, esto de la salud es muy jodido y como un año suban los alérgicos o los griposos o qué se yo, voy a perder un Congo.

Pero aparentemente esta conversación ha terminado en un “sí”, pues la Comunidad de Madrid sigue adelante con su proyecto … ¿por qué entonces el gobierno, que no ahorra nada, ha llegado a un acuerdo con un empresario que no ve tanto chollo?

Hala, a imaginar.

4 comentarios:

  1. No veo yo a la empresa privada asumiendo los costes de tratamiento de un cáncer.

    El tratamiento que un amiguete mío ha tenido que seguir y que implicó un autotransplante de médula tuvo un coste de 1,4M€.

    ResponderEliminar
  2. Va todo mucho más allá que el tema pasta por lo que dice Alejandro. Un servicio público esencial jamás puede estar sujeto al juego de la productividad. Los peperos son unos criminales que desprecian el Bien Común y solo piensan en la pasta.

    La sanidad y la educación, al Estado.

    ResponderEliminar
  3. Pues por qué no están hablando de dinero... Entonces ¿de qué están hablando? (madre... qué mal rollo)

    ResponderEliminar
  4. Autonomías fuera o conmenos competencias. Ni que decir de las diputaciones provinciales habría que borrarlas de un plumazo. Sueldos políticos acordes a la gestión que realizan.

    ResponderEliminar