16 mayo 2009

O todo o nada. O blanco o negro.

De 1970 a 2000 España construyó un templo dedicado a la corrupción política. Figuras de todos los grupos parlamentarios han ido poblando titulares por sus chanchullos durante este largo período. Recalificar terrenos protegidos, dar empleo público a los amiguetes o famililiares, contratos a cambio de comisiones o sueldos bajo mano a otros políticos ha sido una constante en estos últimos años (en la dictadura no sé si se hacía, no tengo datos, aunque me supongo que no sería muy diferente).


El cénit fueron los años 80. La cultura del "pelotazo" no sólo existía sino que se alababa. Las revistas de "análisis" político como "Tribuna", "Época", "Panorama", etc ... poblaban sus portadas con las fotografías de los triunfadores del momento, empresaríos de día, juerguistas de noche. Se jaleaban tanto sus éxitos especuladores como sus aventuras en cama ajena. Mario Conde, Mariano Rubio, los primos de nombre Alberto, combinaban complicadas operaciones financieras con romances turbulentos. Pronto se sabría que no sólo se acostaban con modelos, sino también con "testaferros", comisionistas, y variada chusma del hampa.






Hoy estamos en la orilla contraria. Un PSOE acojonado por la palabra "corrupción" desde los escándalos que derribaron el gobierno de Felipe González busca derribar a los jerifaltes del PP escarbando en sus debilidades monetarias. El nuevo PP, por su parte, trata de contrarrestar los últimos escándalos buscando lo mismo en el partido de enfrente. El resultado: se olvidan del país y sueñan con el rival. Al menos una nota positiva: jamás en este país hubo tal persecución contra los corruptos. No es buen momento para los negocios turbios en esta pequeña península.

España es un país excesivo. No hay duda. Cosas de latinos.

3 comentarios:

  1. Yo creo que España es un país de sinvergüenzas que en cuanto que se puede se engaña y se roba sin importar más que el propio beneficio. Da lo mismo que sean sociatas, peperos, franquistas o el vecino que cobra el paro sin necesidad o el que no declara a hacienda.

    No hay que mirar tan alto para tropezarse con la corrupción. Los que nos gobiernan son un reflejo de lo que somos los de a pie. (por lo menos, una gran mayoría).

    Triste pero real. O por lo menos yo lo veo así.

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  2. Zorro iba a escribir pero no lo escribo sólo lo pienso "No me toques los buñuelos" lo estoy pensando únicamente, ¿cosas de latinos?, ver Asia, América del norte, América del sur, de áfrica para que hablar, de Europa del norte la del sur, la del este, ¿desde el 80 a 2000?, desde que existen los recaudadores y administradores de lo ajeno viene el mangoneo, el problema es la incultura de la reclamación que existe en el mundo, aparte de la inmoralidad de quien lo tapa y lo acepta, esto en países donde puedes decir algo, que donde los sistemas son totalitarios y dictatoriales (es para tener disentería con gastroenteritis), ya lo dice mi madre "en el Vaticano y en su banco mete la mano y la sacarás con pústulas y granos".
    Me sa olvidado Oceanía, continente colonizado por lo peor del mundo anglosajón, que no sólo cargan al contribuyente las bebidas que también el condón.

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  3. Estoy de acuerdo en se olvidan del país y sueñan con el rival, pero también añadiría que su autentica obsesión es el dinero, ese que le da el poder para hacer y deshacer y poner precio a lo insignificante y a aquello que pensábamos que no se podía comprar...es lo que tiene vivir en un mundo capitalista.

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