31 octubre 2010

Donde no queda esperanza

Haití es el país cuyo Producto Interior Bruto (PIB) ha crecido menos a lo largo de la última década. De hecho, es el único país del mundo que ha decrecido ( -2,39% ). Yo nunca he estado en Haití, pero lo he visto en la tele, y debe ser un lugar tan miserable que la mitad de las personas que viven en la antigua Isla de la Española nunca irán allí y de hecho les dará pánico la mera posibilidad de hacerlo. Conozco algunos dominicanos y así lo atestiguan.

Con todo, Haití no es el país más pobre. Aún hay 14 naciones más pobres. ¿Increíble? Son cifras del Fondo Monetario Internacional, no mías. Como es de suponer, todas esas naciones están en África y las tres más pobres, República Democrática del Congo, Liberia y Burundi han sido tristes titulares de guerra durante años. Otra vez la guerra.

Nosotros, mientras tanto, a lo nuestro. La primera medida anti-crisis que tomó el gobierno fue el recorte drástico de la ayuda al desarrollo. Hoy, Montoro, ha propuesto reducirla aún más. Parece que es lo único en lo que nuestros políticos se ponen de acuerdo.

Si tú piensas de otra forma, colabora con Intermon-Oxfam o con alguna otra ONG . Con tu ayuda viven, y mantienen algo parecido a la esperanza.

Una canción para los desamparados: "Fisherman Blues"
Yo desearía ser un pescador de conciencias hoy ...

3 comentarios:

  1. Yo soy de las que colaboran, pero no sé si es una estrategia inconsciente para sentirme bien o qué...

    Besicos

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  2. Y la seguirán reduciendo más, porque nunca han creido en ella y porque han abandonado cualquier medida que permita recaudar dinero de los que más tienen para evitar así el abandono de los que más lo necesitan. Poco podemos hacer colaborando con Oxfam o con Médicos sin Fronteras, en las que creo y a las que apoyo. Pero hay que seguir haciéndolo mientras observamos, atónitos, el escándalo permanente en el que se ha convertido la política económica de la rapiña y la insolidaridad.

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  3. Es indignante que los gobiernos ante la crisis tomen como una de las primeras medidas reducir las ayudas al desarrollo, para mí es una muestra más de la insolidaridad y la indiferencia de los gobiernos ante los problemas que asolan países que no saben lo que es la crisis porque nunca han tenido nada.
    Sin la ayuda económica de los gobiernos gran parte queda en manos de las ONG por lo que no tenemos que dejar de apoyarlas demostrando así que la insolidaridad institucional no tiene nada que ver con las actitudes personales.

    Besos zorro,
    Gema

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