20 diciembre 2010

Faltan valores

Llegamos a Navidad, tiempo de vista atrás, y lo que veo no me gusta.

Veo como la sociedad en la que vivo se depaupera año a año. No hablo sólo de mi aldea, de mi oficina, de la capital. Hablo también de los medios, de la educación de la gente, de mi empresa llena de sajones que piensan una cosa y dicen otra. Hablo de políticos que dirigen el destino de millones de euros y a los que yo no daría ni un puesto de soldado raso en mi empresa.

Faltan valores, sobre todo uno: generosidad. No somos solidarios sino cada día más individualistas. ¿Egoístas? quizá esté en nuestra naturaleza, pero antes era un defecto y ahora se aplaude al listillo, al "espabilao" que se pasa por el arco de triunfo las leyes y las buenas costumbres.

¿Hemos avanzado en algo? sí, seguro. Ahora la gente es más limpia, las calles más seguras, pero a la vez nadie está dispuesto a afear la conducta del guarro, ni a ayudar a quién está siendo vapuleado. Mirar para otro lado es políticamente correcto.

Hace unos meses, en un grupo de trabajo para mejorar el ambiente empresarial, se me ocurrió manifestar que deberíamos probar a ser un poco más generosos, apreciando el trabajo del de enfrente. Dando las gracias, que no cuesta nada, y también protestando, pero con educación y en el foro correspondiente. Diecisiete personas se quedaron calladas, escuchando mi perorata y los ejemplos con los que pretendía ilustrarla. Algunos asentían, otros me miraban como se contempla a un iluminado (condescendientes), y finalmente, el moderador, quien probablemente esperaba una adhesión sin fisuras al "maravilloso" ambiente existente, me interrumpió diciendo. "Sí, sí, pero no hemos venido a hablar de esto; estoooo, ¿hacemos una pausa para el café". Luego me llevó a un aparte y me preguntó si había tenido un mal día.

Nunca me habían dado la razón de esa manera.

Para acompañar, "Over my shoulder" con Mike and The Mechanics

10 comentarios:

  1. Pasaba por aquídiciembre 20, 2010

    Zorro, totalmente de acuerdo contigo. El hijoputismo se ha extendido.... se premia el ser hijodeputa. En la mayoría de ámbitos (político, empresa,...) se premia al hijoputa por delante del "legal, educado, buen compañero y con ganas de hacer cosas". Y lo del políticamente correcto, se asocia a "no molestar o no hacer ruido".

    Me cago en el políticamente correcto que nos quieren imponer....

    Como cantaba Marlo en La Hora Chanante: "hijo de puta, hay que decirlo más"

    ResponderEliminar
  2. Pues si señores, de acuerdo con los dos extendido a la leche global esa que llevan vendiendo hace años.
    Y también si a lo de los joputas que si volaran no veríamos el cielo. Y lo que viene detrás.....................

    ResponderEliminar
  3. Si, tienes razón pero de eso me llevo dando cuenta desde hace muchos años, y no precisamente en Navidad... (perdona hijo, pero estas fechas me ponen enferma... siempre nos damos cuenta de todo en Navidad... puaj!)

    Besicos

    ResponderEliminar
  4. Fíjate... yo llevo tiempo pensando que es la cortedad de miras lo que nos hace egoistas e insensibles. Somos como nos criamos. Y nos están criando en un caldo tan soso, tan falto de contenidos, que no somos capaces de conectar dos puntos. Eso irremediablemente nos hace egoistas, mediocres, cortoplacistas. Y así es imposible vivir en sociedad.

    ResponderEliminar
  5. Aunque tenga usted mucho de Quijote lidiando con molinos de viento, harían falta más gente así en las empresas, en las familias, en los gobiernos, en la calle.

    ResponderEliminar
  6. @ todos, el mayor peligro es que muchos de los que hoy resisten en envite poco a poco pueden dejarse llevar por la tendencia y a la voz de "sálvese quién pueda" acabemos siendo una sociedad de islotes. No me gustará vivir allí.

    ResponderEliminar
  7. Totalmente de acuerdo con tus palabras, Zorro y no es precisamente la navidad lo que hace que me plantee este tipo de cosas, sino cada momento al cabo del día en el que te cruzas con un joputa de esos. Y tan extendido está el tema que uno no tiene más que poner el pie en la calle para empezar a cagarse en la madre que parió a muchos.

    Y por cierto, eso es lo que entiende el moderador por tener un mal día? A cuadros me ha dejado el comentario. En fin, no sé si tenemos remedio.

    Besos.

    ResponderEliminar
  8. Pero es que esto no es nuevo. La falta de valores está totalmente integrado en nuestra sociedad.

    Desde el momento que los críos no respetan a sus profesores y los padres defienden a sus hijos después de una trastada. ¿Qué podemos esperar?

    Además, el "hijoputismo", corrupciones y demás temas está totalmente tolerado, admirado y envidado en esta sociedad. "Mira a a tal político, hizo un chanchullo y se sacó nosecuantos millones" ¿Qué hacemos en estos casos? ¿Le criticamos, le dejamos de hablar o de votar? No, todo lo contrario. Cerremos filas y votémosle de nuevo para que saque mayoría absoluta.

    Joer, esto es algo que no entiendo. Todos estábamos ofendidos con los controladores y, sin embargo, en ningún momento he visto un mínimo de indignación ante casos de políticos corruptos... que no olvidemos están sacándo el dinero de nuestros bolsillos para meterlo en el suyo.

    Contrablogearé

    ResponderEliminar
  9. Paraje de la Fuentediciembre 25, 2010

    Estoy totalmente de acuerdo con vuestra postura.
    Envidia me dan esos americanos que aman su bandera indistintamente del estado en el que vivan.
    Pena me da cuando en nuestro propio país quemamos la bandera que nos representa como nación, o queremos sustituirla por cualquier otra.
    Aquí es donde empiezan los valores de una sociedad.

    ¡Felices Fiestas!

    ResponderEliminar