08 noviembre 2009

Dummies


hasta hace poco, cuando oía el término "dummy" solía evocar esos muñecos vestidos de amarillo y con marcas tipo diana en la cabeza. Unos tipos sonrientes, probablemente porque no saben de su oficio hasta que no se despanzurran en algún simulacro de accidente automovilístico, aéreo o cualquier "crash test" que se les ocurra. Quizá la única razón de fabricarles con esa sonrisa es para eliminar cualquier vestigio de remordimiento en sus creadores. No olvidemos que antes de aparecer estos muñecos (años 50), los mismos experimentos se hacían con cadáveres o con animales vivos (cerdos o monos). Es más limpio cargarse un trozo de plástico y tela.



El caso es que un par de años atrás, comencé a oír el término "dummy" en mi empresa. Utilizaban ese adjetivo para designar aquellos clientes que ya no eran interesantes. Tranquilos, no penséis que a los clientes pequeños los sometemos a un "crash test". Simplemente se les quitaba el comercial asignado y, de alguna manera, se le dejaba a su suerte.

Nunca más pensé en ello hasta que, hace unos meses, a una compañera que siempre anda poniendo motes a todo bicho viviente, se le ocurrió llamar "dummies" a todos aquéllos trabajadores de la empresa que parecían "prescindibles". A saber, personal de soporte, asistentes, teleoperadores, etc ..., la mayoría de los cuales sobreviven subcontratados durante años, sin gozar de los privilegios de los "titulares" y por supuesto cobrando mucho menos dinero.

A estos "dummies" se les reconoce pronto, aunque no vistan de amarillo ni tengan dianas a ambos lados de la cara. La empresa les agrupa bajo direcciones de e-mail genéricas o en escritorios para uso compartido. No tienen móvil de empresa, no tienen tickets de comida o seguro médico, y suelen ser de sexo femenino. Como son subcontratados, basta con llamar a la contrata y pedir otros cuando advertimos que no funcionan bien. Como juguetes rotos, suplantarles es sencillo. Normalmente ni siquiera es necesario el mal trago del despido cara a cara, y a veces, hasta nos hacemos a la piadosa idea de que la contrata les ha "recolocado" en otro lugar. Por cierto, los delegados sindicales nunca se ocupan de ellos. No olvidemos que realmente pertenecen "a la contrata" y allí les defiende su propio sindicato ( me parto ).


Ah, estos "dummies" humanos no se ríen. Ni puta gracia les hace su situación.

7 comentarios:

  1. Es duro ser Dummy y no me refiero al de plástico, pero cuando te leía me daba por pensar que los ciudadanos somos dummies de nuestros legisladores.

    Un ejemplo: El Faraón nos pone una tasa de basuras con la que no estamos conformes, pero solo ha sido un "crash test" ya que el próximo año piensa subirla un 50%.

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  2. El trabajo se deteriora a medida que se devalúa y la actividad humana queda sometida a la lógica de la rentabilidad sin tener en cuenta el soporte laboral que la hace posible. La impotencia se cierne sobre el trabajador que ve, inerme y desolado, como sus derechos se transgreden, su dignidad se quebranta, su autoestima se hunde en la miseria y su futuro se ennegre... todo en medio de la indiferencia general y de la cultura del sálvese quien pueda. Tantos años de lucha para llegar a esto.

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  3. Yo procuro no ponerles ningún calificativo aunque en mi empresa existen y muchos. Los tienen arrinconados y separados de nosotros por mamparas según la legislación vigente, según dicen mis jefes. Ocupan mesas más pequeñas no sé si como un distintivo más de que les consideran escoria y a mi el temita me ha traído muchos problemas porque estos dummys, para mi, son tan compañeros como el que más que se merecen el mismo trato que mi empresa me da a mi o a cualquiera que figure en plantilla y como hay de todo, pues los hay que trabajan incluso más y mejor que muchos "titulares".

    Pero como es lo que hay, pues parece que hay que callarse.

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  4. Bueno, eso es lo que llaman tener una estructura "flexible" en la empresa, de manera que pueda "reestructurarse" si lo necesita por las "necesidades del mercado". Parece que les da apuro decir "echar a la gente que se deja la vida con nosotros a la puta calle para ganar más pasta".

    Salud!

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  5. Mientras más pienso en mi puesto de trabajo, más afortunada me siento. No me tocó en una tómbola y me partí el culo chapando, pero soy afortunada.
    A mí, por lo menos, cuando consideren que mi asignatura es un dummie y de los gordos, me reasignarán a otra parte. Es una putada, pero sé que la calle no es destino directo y sin escalas.
    ¡Qué te voy a decir! De empresa privada sabes tú mucho más que yo. Todo lo que había que decir ya lo has dejado escrito y la conclusión es que "ni puta gracia".

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  6. Pues Zorro-Lobo que todos somos maniquíes, prescindibles absolutamente todos, unos caros otros muy baratos esto depende de los trajes que nos ponen, unos con privilegios (seguro médico, cheques restaurante, joder que nivel), pero de lo que tú escribes es lo que la puta patronal quiere conseguir para todos, la servidumbre y la ausencia de derechos laborales.
    Lo de los motes a mí me la trae al pairo (luego no tienen cojones para llamártelo a la cara) y estoy seguro que todos tenemos alguno, en plan simpático o en plan carnero.

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  7. pasaba por aquínoviembre 10, 2009

    Zorro,
    como te diría alguno, es lo que hay.... el mundo es así y todos estas milongas de los que se dicen neo-liberales pero no tienen cojones de argumentar nada frente a esto (bueno sí, que si la madre del o de la dummy se hubiera follado a otro no estaría así).
    Me ha gustado tu reflexión, supongo que con el primer frío vuelve tu parte crítica..... uy que se acerca la navidad....

    (mientras escribo esto supongo que estás en el Bernabeu viendo el partidazo frente al Alcorcón)

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